La censura ha sido una práctica muy común desde la antigüedad. A
mediados del siglo XVI en Europa se acentuó su práctica debido a la invención y
desarrollo creciente de la imprenta por parte de Johannes Gutenberg entre 1460
y 1470, la cual sustituyó a los monjes y frailes copistas que debían
transcribir manuscritos demorándose años para poder terminar un trabajo y
permitió la difusión de todo tipo de obras literarias escritas en lenguaje
culto (latín y griego) y lenguajes vulgares. Esta expansión de la literatura
europea fue recibida por los estados europeos de manera positiva y negativa a
la vez ya que por una parte se la tomaba como un incremento en la educación y
cultura de sus ciudadanos pero por otra parte en algunos casos se la tomaba
como un intento de expansión de ideas revolucionarias o ataques contra la
iglesia católica. De esta manera apoyaban los contenidos culturales pero
controlaban de diferentes maneras los contenidos políticos y religiosos que
pudieran afectar la imagen de los gobernantes o la estabilidad del reino.
También la iglesia tuvo que contener y controlar los escritos de protestantes
tales como Lutero, Calvino y Zwinglio, entre otros los cuales utilizaron la
imprenta para difundir sus ideas contra el catolicismo y sus prácticas de aquel
tiempo.
El renacimiento fue un movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental
en los siglos XV y XVI en el cual se produjo una expansión en el campo de las
artes y las ciencias, tanto naturales como humano. Italia fue el país donde más
se desenvolvió este movimiento. Se difundieron las ideas del humanismo, que
determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. Su nombre viene de
que retomó ciertos elementos de la cultura clásica, ya que se adoptaron valores
dela cultura grecolatina y la percepción libre.